DOS NOVELAS DE BARBARA COMYNS
Hace no mucho encontré a esta autora inglesa, inédita hasta ahora en castellano. Compré las dos novelas que encontré y me las leí una de tras de otra. Y cuando las terminé, las puse en la estantería de «releer». Aunque parecen «sencillas», tienen mucho trasfondo social y humorístico están escritas con sencillez en absoluto exenta de ironía. La verdad es que me han gustado mucho.
En Y las cucharillas eran de Woolworths (1950), se describe la relación de un matrimonio veinteañero en el Londres de los años treinta, Sophia y Charles, que se conocen en un tren y deciden casarse. La historia comienza en el momento presente de la protagonista, quien tras contarle a una amiga su historia, se dispone a ofrecer al lector, el relato de su vida en común con Charles, en el Londres bohemio de los años 30, y las vicisitudes que ha tenido que travesar durante su matrimonio: cómo jóvenes que son, son inocentes, optimistas y creen en el amor. Pero ahí está la convivencia, que pone (en general) las cosas en su sitio: no encuentran trabajo, les cuesta pagar las facturas, no digamos llegar a fin de mes; facturas sin pagar, mudanzas forzadas, hijos y amantes inesperados pondrán a prueba el espíritu de una Sophia cándida e inocente, con una personalidad que no conoce la autoestima y que acepta con aparente normalidad la infelicidad y la pobreza. El fin de ese matrimonio viene dado por la inexperiencia de sus protagonistas y la llegada del primer hijo, Sandro, momento en el que la actitud de Charles, inmaduro, egoísta, ruin, egoísta y cruel incapaz de hacer frente a lo que podíamos llamar una vida de subsistencia, en la que el matrimonio en el que vive no tiene más que límites y sinsabores. En esta novela, parcialmente autobiográfica reconstruye su primer matrimonio con el artista John Pemberton.
Barbara Comyns, Alba Rara Avis, febrero 2013 (19,50€)
Título original: The Vet’s Daughter
Traducción: Catalina Martínez muñoz
La hija del veterinario
La hija del veterinario (1950) es una novela inquietante: Alice, de 17 años, vive con su madre enferma y su padre, un veterinario despótico y brutal, en una vieja casona de un oscuro barrio de Londres que se asemeja mucho a un zoológico: encima de la chimenea tienen un cráneo de mono y en el suelo la piel de un gran danés. La madre muere, y el padre la reemplaza por una tabernera, Rosa, que no tarda en comportarse como la sustituta, mala, de la madre. Alicia que narra su historia en primera persona tiene, pese a todo, un pretendiente, «Ojitos», y un don «especial» que le da paz… pero del que no se atreve a hablar con nadie.
El resto de los personajes tienen un papel muy concreto en la trama. Destacan el veterinario, ese hombre alcohólico y, por qué no, malvado, que maltrata a su mujer y aterroriza a su inocente hija; la madre, esa mujer enferma que teme más a su marido que a la muerte; Lucy, la amiga sordomuda de Alice, una chica valiente a la que conoceremos sobre todo indirectamente; la señora Churchill, la mujer que se hace cargo de la casa cuando la madre empeora y protege a Alice; Henry Peebles, «Ojitos», el pretendiente al que Alice no ama pero con el que acepta salir y Rosa, la tabernera metida a madrastra, una mujer imposible.
La realidad y la fantasía van fundiéndose poco a poco en esta historia de final incierto. Como señala Cristina Monteoliva «…. No sabría decir si la historia acaba bien o mal para la protagonista. Lo que sí puedo afirmar es que el último capítulo supone un gran colofón para esta novela….». Finalmente decir que tiene un prólogo, escrito por la misma autora, que es sumamente interesante.
Es una buena novela de fácil lectura y es considerada mejor que Y las cucharillas eran de Woolworths. Pero yo me quedaría con esta porque sus personajes, de buenos y malos, te dan mucho que pensar.
Barbara Irene Veronica Bayley, Barbara Comyns, nació en 1909 en un pueblecito de Warwickshire, Bidford-on-Avon. Su padre era un fabricante de cerveza sin demasiado éxito en los negocios y su madre pertenecía a una gran familia irlandesa venida a menos, pero vivían en un cottage inmaculado, cuidado por jardineros y personal de servicio. El matrimonio tuvo seis hijos. la madre perdió el oído en su último parto y el padre, aficionado a la bebida, murió cuando Barbara tenía quince años, dejando un montón de deudas que forzaron la venta de la casa y la dispersión de la familia. Esta infancia sería reconstruida en la primera novela de la autora, Sisters by a River (1947). Educada con sus hermanas por institutrices al parecer no muy competentes. Se matricularía en una escuela de arte, primero en Stratford-on-Avon y luego en Londres. Ahí trabajó en un estudio de animación, fue modelo de pintores, pintora ella misma y conoció la bohemia de los años 30; se casó con un pintor, John Pemberton, de quien tuvo dos hijos pero del que no tardó en divorciarse: la historia ficcionalizada de este matrimonio es la que cuenta su segunda novela, Y las cucharillas eran de Woolworths. Tuvo luego relaciones con un contrabandista y finalmente con Richard Comyns Carr, un funcionario del Foreign Office con el que finalmente se casó en un matrimonio perdurable. Publicaría a continuación Who Was Changed and Who Was Dead (1955) y La hija del veterinario. En esa época el matrimonio se vio obligado a salir de Inglaterra (Comyns Carr era íntimo amigo de Kim Philby, el célebre espía del Círculo de Cambridge, y al ser descubierto éste todos sus amigos fueron depurados), buscó refugio en Ibiza y vivió dieciocho años en Barcelona, donde Comyns trabajó como periodista y traductor y ella siguió escribiendo (seis libros más hasta su muerte). En Out of the Red and Into the Blue (1960) narró su huida. Murió en Shropshire en 1992.
Saber más:
http://en.wikipedia.org/wiki/Barbara_Comyns_Carr
http://www.theawl.com/2010/12/barbara-comyns-is-not-anyone-on-acid
http://www.compartelibros.com/autor/barbara-comyns/1
http://koratai.com/2013/04/07/y-las-cucharillas-eran-de-woolworths-de-barbara-comyns/
http://www.labibliotecaimaginaria.com/2013/06/la-hija-del-veterinario-barbara-comyns.html