ALICE B. SHELDON
Houston, Houston
¿me recibe?
(o de como contar historias cuasi feministas de forma masculina)
La “atracción” de las mujeres escritoras por escribir con nombre masculino es algo bastante corriente y tiene que ver con el prejuicio, casi universal, como señala Laura Freixas: de que “lo femenino se asocia con lo particular. Lo masculino, por el contrario, con lo universal”. Leía esto en el último número de la revista “Qué leer” (“Escritoras con pseudónimo de Hombre”, de Eva Orúe), e inmediatamente me acordé de Alice B. Sheldon, “Alli”, otra mujer que escribía “como” un hombre. Utilizó principalmente el seudónimo de James Tiptree, Jr. y, ocasionalmente, el de Raccoona Sheldon.
Uno de los méritos de las novelas de Sheldon, en palabras de su biógrafa que yo suscribo es que “…cuando Tiptree, una mujer que pasaba por ser hombre, muestra hombres que miran a las mujeres, esta complejidad narrativa también refleja la forma en que todos nosotros experimentamos nuestras vidas…”.
Hacia 1974 Alli empezó a manifestarse la depresión que la atenazaba hacía años , lo que ella llamaría “el pozo negro que sólo tiene una puerta” y que la llevaría, en 1987 a matar a su marido y a suicidarse ella después. Tenía 71 años.
En español podemos encontrar, además de la biografía (que recomiendo vivamente) :
– Cantos estelares de un viejo primate, Edhasa, 1980 (colección de relatos : “Tu corazón haploide; Y así sucesivamente; Su humo se elevó para siempre; Un momentáneo sabor de existencia; Houston, Houston ¿me recibe?; El psicólogo que no quería maltratar a las ratas” y Ella espera a todos los nacidos).
– El color de los ojos del neanderthal , Ed. Robel, 2003
– Mundos cálidos y otros, Nebulae 1975, (contiene entre otros: “Amor es el plan, el plan es la muerte”, que fue Premio Nebula y “La muchacha que estaba conectada”, que fue Premio Hugo).
Anualmente se concede en Estados Unidos el Premio James Tiptree, Jr., a la mejor obra de «ciencia ficción o fantasía que expanda o explore nuestro entendimiento de género».