JUGADA DE PRESIÓN

En el fondo, creo que mi obra procede de una situción de intensa desesperación personal, de una manera profundamente pesimista y nihilista de ver el mundo, del hecho de que seamos mortales y efímeros, de la insuficiencia del lenguaje, de lo aislados que vivimos en los demás. Y sin emgbargo, al mismo tiempo, he querido expresar la belleza y extraordinaria felicidad de sentirse vivo, de respirar, la alegría de estar vivo dentro de tu propia piel.
(Paul Auster)
Paul Benjamin (Paul Auster), Compactos Anagrama, 2006 (7.59€)
Jugada de presión es la primera novela que escribió Paul Auster. Fue publicada con el seudónimo de Paul Benjamin, y durante muchos años circuló como un libro de culto entre entendidos de la novela negra
La he descubierto hace poco y la le leido de un tirón. Es interesante, intrigante, bien escrita y fácil de leer. De este libro el capítulo séptimo es especialmente interesante para entender al protagonista, Max Klein, un detective complejo por dentro y por fuera.
El ambiente neoyorquino, de la época, está muy bien descrito. Y por buscar algún defecto diría que hay algún estereotipo que me chirría: Max es un detective insolente, con sentido del humor en los momentos más innecesarios, separado pero aún enamorado de su mujer…. Pero aún así los destellos de los que luego sería el gran Paul Auster, se notan perfectamente.
En el argumento, Max Klein es detective privado, está pensando en tomarse un descanso cuando George Chapman lo llama para solicitar sus servicios. Su futuro cliente era hace cinco años el mejor jugador de baloncesto de la temporada. Pero Chapman era también el espejo terrible en el que se miraba Max; tenía su misma edad, había estudiado en las mismas universidades, él también había jugado al baloncesto, y ahora sentía que estaba en un callejón sin salida. Su matrimonio se derrumbaba, estaba muy endeudado, y harto de su trabajo en la oficina del fiscal del distrito. Aquélla resultó ser la última temporada de George Chapman, porque un accidente de coche acabó con su carrera deportiva. Ahora vuelve, con un perfil intachable de defensor de los débiles y candidato a senador. Pero ¿por qué un buen y honrado héroe americano necesita un detective privado?.
Pues leeros la novela y lo sabréis.