LOS PLATOS MÁS PICANTES DE LA COCINA TÁRTARA
Alina Bronsky, Nuevos Tiempos Siruela, 2011 (19,95€)
Aunque por el título pueda parecerlo, no es un libro de recetas de cocina. Es una de las mejores novelas que he leído en los últimos tiempos: bien escrito, divertido, interesante, trágico, cómico, triste… Tiene de todo para leérselo durante un finde, que es lo que yo hice porque no podía parar.
La historia cuenta los avatares del matrimonio formado por Kalgánov y Rosalinda y narrado en primera persona por la propia Rosalinda. Tienen una hija, Sulfia, a la que su propia madre considera medio tonta. Sulfia se queda embarazada a los 17 años de algún “desconocido” y tras algún incidente da a luz a una niña de la que se Rosalinda se “apropia” inmediatamente y le pone de nombre Aminat, como su abuela, aunque Sulfia le pone, a su vez, el nombre de Anna o Anya.
Rosalinda, se considera la mejor abuela del mundo, y por supuesto la mejor madre, esposa, anfitriona, organizadora y la mujer más guapa que haya existido. Y, aun más, es tártara; se crió en un orfanato, vive en la Unión Soviética y sabe cómo cuidar de sí misma. Tristemente, está casada con un hombre, Kalganov, que no está a la altura, como sucede asimismo con su hija Sulfia. Uno fracasa en la empresa de abusar de su puesto de representante de los trabajadores tal como planea Rosalinda; la otra es una «esmirriada», una tímida que se viste con inaceptable sensatez. Ambos viven con terror mortal a Rosalinda, incapaz de entender por qué nadie aprecia su «ayuda», aunque todo va sobre ruedas hasta que Sulfia abandonan el piso compartido y se lleva a la niña. Aquí empieza la verdadera batalla entre madre e hija por hacerse con la niña.
La escasez en la que viven hacen que Rosalinda decida emigrar a Frankfot con hija y nieta y se empeña en conseguir marido para Sulfia.
Y hasta aquí puedo contar.
Bronsky nos ofrece una historia con episodios de escasez de comida y corrupción que la localizan, en el antiguo bloque de países socialistas, pero la verdadera clave de la novela está en Rosalinda, un personaje absolutamente desmesurado que ejerce sobre el lector la misma fascinación que sobre su desafortunada familia.
Nació en 1978 en Yekaterinburg, un pueblo industrial en las faldas de los Montes Urales, en Rusia, es la hija de un físico y astrónomo. Pasó su infancia en la parte asiática de los Urales y su juventud en Marburg y Darmstadt. Desde los 13 años vive en Frankfort.
Dejó los estudios de medicina y es escritora publicitaria y redactora de prensa.
Fue nominada para el prestigioso premio de literatura Ingeborg Bachmann por su primera novela Scherbenpark (Broken Glass Park), pero ha sido Los platos más picantes… la primera en ser traducida al castellano.
Una novelista para no perder de vista.
Fuentes:
http://www.new-books-in-german.com