LAS HERMANAS BUNNER
Edith Wharton, Contraseña Ed., enero 2011 (15.00€)
Las protagonistas de esta novela corta, regentan una modesta mercería en un barrio humilde de Nueva York. Un día, con motivo de su cumpleaños, una de las hermanas le regala a la otra un reloj. Este humilde objeto será el causante de que los cimientos sobre los que se asientan sus vidas empiece a tambalearse. Wharton escribió esta conmovedora historia sobre la abnegación y el sacrificio en 1892, si bien no la publicó hasta 1916.
Esta bellísima novela nos hace recapacitar sobre cómo los detalles insignificantes son los que mueven el destino de las personas de manera imprevisible. La generosidad de Ann Eliza, que regala a su amada hermana un reloj, es el nimio suceso que cambiará sus monótonas pero felices rutinas para siempre. Cuando dicho reloj se para, y el relojero acude a repararlo, ninguna de las hermanas sabe que desde ese mismo momento sus vidas van a cambiar totalmente
Ann Eliza y Evelina Bunner poseen una mercería en un mísero edificio de Nueva York. Solas, con el único sostén económico que consiguen obtener de botones, lazos y adornos para sombreros, su vida se reduce a atender la escasa clientela y a compartir cama y mesa en una trastienda cada vez más despoblada de objetos e ilusiones. Lejana ya la juventud en que una boda se considera un acontecimiento previsible, su vida social se limita a la conversación casual con compradoras y vecinas, mujeres siempre que habitan un microcosmos en el que los hombres se mantienen en una discreta, y acaso indiferente, periferia.
Estamos en la misma ciudad y en la misma época en que transcurre La edad de la inocencia, la obra más famosa de Edith Wharton, y, sin embargo, nada más opuesto al refinado ambiente de la alta sociedad neoyorkina en el que se mueven Newland Archer y la Condesa Olenska que esa «tienda muy pequeña en un destartalado semisótano de una calle tranquila ya condenada a la decadencia».
A pesar de la frugalidad de sus días, que obliga periódicamente a empeñar algunas de las reliquias familiares procedentes de un pasado mejor, las hermanas son felices en los reducidos límites de ese mundo en el que una invitada a cenar resulta un suceso festivo y extraordinario. Acostumbradas a su apacible rutina, cuando ésta se quiebra a causa de la llegada a la trastienda de un reloj y del hombre que traerá consigo, sus vidas se trastocan y se pone a prueba una relación que parecía encaminada a trascurrir sin más sorpresas que la entrada de una nueva clienta en la mercería.
Las Hermanas Bunner es uno de esos libros con descripciones detalladas y morosas, y la sucesión de acontecimientos, sosegada como la propia vida de los personajes que lo pueblan. Edith Wharton se toma su tiempo para presentarnos a las dos hermanas, a la mayor, de un modo directo, ya que será quien nos guíe por su historia, y a la menor, a través del amor incondicional de la primera que atenúa el egoísmo de quien está acostumbrada a recibir sin acordarse de dar.
Sin apenas darnos cuenta, la narración, nos sumerge en esa marea que arrasa la tranquila vida de las hermanas y nos angustia, como a ellas, ante la irrupción de un mundo sórdido y despiadado en el que ninguna de las dos parece tener ya cabida.
A pesar de lo más de cien años transcurridos desde que fuera escrita y de lo ajeno que pueda resultarnos hoy ese mundo femenino, recoleto y limitado, la fuerza de los personajes que dibuja Wharton en Las Hermanas Bunner pervive con la misma intensidad e igual frescura que en el lejano final del siglo XIX que los vio nacer.
Fuentes
http://latormentaenunvaso.blogspot.com
https://www.libros-literatura.com/inicio/literatura-anglosajona/encanto-y-compania