LIBROS PARA LA SEMANA SANTA DE 2009



LIBROS PARA LA SEMANA SANTA DE 2009

 

 

 

Me gusta hacer acopio de libros para una época determinada. Esta vez para los poquitos dias que se nos avecinan de vacaciones. En este caso he decidido hacer una lista de autores, no de libros. Suena raro ¿verdad?, pero no lo es tanto cuando lo explique. A Raverat la escogí por ser nieta de Darwin, del que tanto se está hablando últimamente, y que me interesaba por conocer otro punto de vista que el sesudo de siempre cuando se habla del científico.


E.M.Foster, uff, estando relacionado con el Grupo Blomsbury no es raro que lo quiera conocer más y sobre todo una obra póstuma que no tuvo tiempo de corregir ni de retirar de la imprenta. La Sagan es un icono descarado de mi juventud en la que servidora era inocente, bien hablada y pelín complicada. Nunca olvidaré sus buenos días a la tristeza. De Italo Stevo me llamó la atención lo que lei en la contraportada de uno de sus libros: “…decepcionado por la escasa aceptación que tuvieron sus dos primeras obras, renunció a la escritura..”. Olé tus webs¡¡. Las obras de teatro, leídas, no me apetecen casi nunca pero ¿Cómo no leer una novela sobre la vida del adolescente Brendan Behan en un reformatorio ingles  por su pertenencia al IRA en los años 40?.  Los libros de Schreber y de Sryron no me los puedo perder por su temática: la locura, la enfermedad mental, etc. vistas por uno mismo. Impagables.


Si las memorias, autobiografias o diarios me gustan mucho porque vemos al personaje en carne viva, más todavía son sus cartas. ¿Quién las escribe para la posteridad?, pocos yo creo, asi que en ellas podemos encontrar lo que efectivamente piensa y vive una persona. Las de Roth han sido editadas oportunamente para que me haga con ellas.

 

 

 

GWEN RAVERAT

  

{mosimage}Gwen Raverat, nació en Cambridge en 1885. Fue la nieta del naturalista Charles Darwin. Estudió pintura entre 1908 y 1911 llegando a ser una famosa dibujante y escritora. En 1911 se casó con el también pintor francés Jacques Raverat con quien formó parte del Grupo Bloomsbury. Vivió en el sur de Francia hasta la muerte de su marido en 1925, momento en que regresó a Inglaterra y finalmente a Cambridge, donde en 1952 publicó sus clásicas memorias de infancia que no se han dejado de reimprimir desde entonces. Sus grabados e ilustraciones son en la actualidad muy cotizados en el mercado del arte.

 

{mosimage}Un retrato de época, es un  clásico recuerdo de infancia en Cambridge, en el que la escritora evoca con intensidad una era pasada. Es un retrato agudo, emotivo y cómico de sus excéntricos parientes y de la sociedad victoriana y eduardiana que incluye muchas anécdotas familiares que ayudan a humanizar la imagen del sabio victoriano. Tal como explica Raverat en su prefacio, el libro en realidad no tiene un comienzo o final, sino que uno puede zambullirse en él en cualquier punto. Se trata de una auténtica obra maestra del género humorístico, y los dibujos de la propia autora encajan a la perfección en el trato cariñoso, si bien no beato, que da a sus excéntricos tíos y tías. La autora se revela como una hábil caricaturizadora, y el texto, un gran retrato del Cambridge de finales del siglo XIX.

 

E. M. FOSTER

 

{mosimage}Edward Morgan Forster, novelista y ensayista inglés nació en Londres el 1 de enero de 1879 y estudió en el King’s College de la Universidad de Cambridge, donde le eligieron para formar parte del grupo de debate, ‘Los apóstoles’, en el que conoció a miembros del Grupo de Bloomsbury. Después de vivir cierto tiempo en Italia, volvió a Inglaterra para dedicarse por entero a escribir. Su primera novela, Donde los ángeles no se aventuran (1905), que se publicó cuando tenía 26 años, pone de manifiesto un estilo sorprendentemente maduro. Después publicó El viaje más largo (1907) y Una habitación con vistas (1908). La construcción de estas tres novelas supuso una reacción contra la larga y tediosa forma de argumentar de las novelas victorianas. En parte autobiográficas, también expresan un tema recurrente en los ensayos de Forster: la necesidad de combatir el materialismo de la clase media a través de una mayor atención por las cosas de la mente y la imaginación. Este tema lo aborda más directamente en su obra maestra, La mansión (1910), y en la última novela que escribió, Pasaje a la India (1924), que analiza el conflicto entre las culturas desde la relación personal ambigua entre una viajera inglesa y un hombre indio en tiempos del gobierno británico, y pone de manifiesto su aversión por el imperialismo. Publicó dos libros de relatos en vida, El autobús celestial (1914) y El momento eterno (1924). La novela Maurice (1971, escrita entre 1913 y 1914) y La vida futura (1924, libro de cuentos escritos a lo largo de su vida) tratan ambos de la homosexualidad, y no se publicaron hasta después de su muerte. Murió en Coventry, Inglaterra, el 7 de junio de 1970. Su reputación como crítico sigue vigente, y el interés por sus novelas se ha visto incrementado por la adaptación al cine de varias de sus novelas.

 

 

{mosimage}Recopilación editada póstumamente por el temor del escritor al escándalo, La vida futura reúne un conjunto de relatos fechados en distintas épocas que giran en torno a la homosexualidad como motivo predominante de los argumentos, pero que dejan también amplio espacio a las preocupaciones y obsesiones dominantes en E. M. Forster y que enlazan con los grandes temas de la literatura europea. La necesidad de definir valores capaces de regir la existencia, la vuelta al paganismo, el contacto real con la Naturaleza, la riqueza del universo indio, la lealtad hacia los mejores impulsos y el rechazo de una sociedad basada en la frialdad, la cobardía y la mentira aparecen al hilo de las peripecias de sus protagonistas.

 


 

FRANÇOISE SAGAN

 

{mosimage}Seudónimo de Françoise Quoirez, nacida en la localidad de Cajarc, Francia, destacó de niña por su inteligencia, aunque era muy indisciplinada. Tras fracasar en sus estudios (en 1953 no aprobó el examen de ingreso a la Sorbona), a los 19 años se hizo famosa con la publicación de su primera novela, Buenos días, tristeza (1954), que obtuvo el Premio de la Crítica. Sagan escandalizó a los lectores franceses de clase media con una sencilla historia sobre una adolescente sensible y amoral, atrapada entre un padre frívolo y un amante que no desea, narrada en un estilo fragmentario y desencantado. Con el tiempo, esta novela ha sido considerada no sólo como el reflejo de cierta sensibilidad de la época (claramente original por su alegre indiferencia ante el compromiso literario de otros escritores, como Sartre), sino también como el comienzo de un determinado estilo de literatura femenina. Después de esta novela aparecieron otras con idéntico éxito, todas ellas basadas en el tema del amor, su tristeza y su melancolía: Cierta sonrisa (1956), Dentro de un mes, dentro de un año (1957), ¿Le gusta Brahms? (1959) y Las maravillosas nubes (1961). Cultivó el teatro en Los violines a veces hacen estragos (1961) y El caballo desvanecido (1966), y escribió también relatos históricos, como Querida Sarah Bernhardt (1985), y trabajos autobiográficos, Golpes en el alma (1972), Con mi mejor recuerdo (1984) o Mis respuestas (1984).

 

 

{mosimage}Desde el recuerdo, obra autobiográfica, por fin traducida y publicada en español, la autora da cuenta con inusual sinceridad de las pasiones que hicieron de su vida un escándalo continuado. Una vida siempre en el filo de la navaja: la ruleta, con sus alternativas de ruinas y enriquecimientos, las sobredosis, los problemas con la ley, la implicación en un caso de corrupción en tiempos de Mitterrand…


La capacidad para la emoción y para el humor, siempre presentes en la buena literatura, se expresan en este texto con un estilo inconfundible, combinación de cinismo, sensualidad y aparente indiferencia. La autora, a diferencia de tantos escritores, expresa sin reservas su entusiasmo por los creadores que la superan en grandeza. Con tal espíritu nos lleva al encuentro de quienes la conmocionaron con su talento, su generosidad y en no pocas ocasiones su tragedia: Sartre, a quien dedica una carta extraordinaria, Billie Holiday, Orson Welles, Carson McCullers, Rudolf Nureyev, Tennessee Williams…


Además de retratarse a sí misma, Françoise Sagan evoca algunos de sus temas favoritos: las lecturas que marcaron su vida, los coches rápidos, los casinos, el sol, el ocio, la buena compañía    ..                                            

                       

ITALO SVEVO

 

 {mosimage}Novelista italiano, fue pionero de la novela psicológica, y uno de los primeros escritores que utilizó las teorías psicoanalistas de Sigmund Freud. Ettore Schmitz, Italo Svevo, nació en el año 1861 en la ciudad de Trieste, que por entonces formaba parte del Imperio Austro-Húngaro. Su educación quedó interrumpida cuando su padre cayó en la bancarrota. Svevo tuvo que trabajar como empleado de banca durante un tiempo y, más tarde, en el negocio de pinturas de la familia de su esposa. Ello no le impidió, sin embargo, escribir, y sus dos primeras novelas, Una vida (1893) y Senectud (1898), constituyeron un completo fracaso, tanto de crítica como de público. En 1907, el escritor irlandés James Joyce, que vivió una temporada en Trieste, le dió clases de inglés. Svevo se sintió entonces con valor suficiente como para empezar una nueva novela, La conciencia de Zeno (1923). Murió unos años más tarde, en 1928, dejando inéditas un buen número de narraciones breves y parte de una novela, Il vecchione. Al ser judío, de origen alemán, y ciudadano del Imperio Austro-húngaro hasta que éste quedó disuelto, en el año 1918, Svevo quedó aislado del ambiente literario italiano. Sus novelas, que giran siempre alrededor de los detalles de la vida cotidiana y de la complejidad de las motivaciones humanas, ejercieron muy poca influencia hasta que en la década de 1970 fueron redescubiertas. Murió en septiembre de 1928, tras ser atropellado por un automóvil cerca de Motta di Livenza (provincia de Treviso),

 

 

{mosimage}La conciencia de Zeno es una novela está escrita en forma de una autobiografía por su personaje, Zeno Corsini. Este había decidido un día ir a visitar a un psicoanalista, para que le ayude a terminar con su vicio de fumar. El psicólogo, un tal doctor “S” le recomienda que escriba la  historia de su vida. Zeno se dedica con ahínco a cumplir esta tarea, produciendo intensas y agotadoras páginas. Un día, el protagonista cansado del psicoanálisis pone distancias con el doctor S, e interrumpe bruscamente la terapia en la que tanto había creído.

 

 

 

 


El Dr. S, herido en su orgullo profesional por esta decisión,  resuelve publicar el manuscrito de su paciente. Los apuntes de su ex paciente constituyen la novela como aparece explicado en el prefacio de la obra. El grave problema de Zeno es su frustración por no poder abandonar el cigarrillo. Cada vez que deja de fumar es para él todo un acontecimiento. Ese día lo apunta en su diario como un verdadero triunfo. Esta sensación de triunfo es tan placentera que la única forma de repetirla es volviendo a fumar para nuevamente a dejar de hacerlo y otra vez sentirse como nuevo.   


Sin embargo, poco a poco Zeno asume conciencia de que su problema es  su incapacidad por aceptarse a sí mismo tal como es. En las diversas situaciones por donde atraviesa su vida, desde sus relaciones con la esfera femenina hasta su trabajo, Zeno es prisionero de su ineptitud, dudas y vacilaciones.

 

BRENDAN BEHAN

 

{mosimage}Dramaturgo y escritor irlandés, nacido en Dublín. Dedicó la mayor parte de su vida a combatir enérgicamente cualquier forma de autoridad. Abandonó sus estudios y a la edad de 13 años se unió al Ejército Republicano Irlandés (IRA). Como resultado de sus actividades subversivas, Behan pasó la mayor parte de la década de 1940 en reformatorios y prisiones, tras ser condenado por tenencia de explosivos en 1939. Entonces empezó a escribir, Vísperas de ejecución, una obra que recoge sus observaciones de la vida carcelaria y transcurre en la horas previas a una ejecución, se estrenó en Londres en 1956. La obra es más un análisis de la situación de los proscritos y las emociones estimuladas por el afán de venganza, que un manifiesto contra la pena capital. El rehén, otra de sus obras de gran éxito, ambientada en un burdel irlandés, se representó en Dublín en 1958. Murió en 1964, a los 41 años, víctima del alcoholismo.


{mosimage}Delincuente juvenil (Borstal Boy, 1958)  es una novela autobiográfica en la que Behan narra su paso por el reformatorio inglés de Hollesley Bay en 1939, a los 16 años, acusado de participar en una campaña de bombas del IRA en suelo británico.


La obra es dura, pero también tierna, cuando deja entrever que la mayor parte de los jóvenes encerrados no son más que niños empujados por la sociedad.

 

 

 

 

 


DANIEL PAUL SCHREBER

 

{mosimage}Daniel Paul Schreber, nacido el 25 de julio de 1842 en Leipzig y fallecido el 14 de abril de 1911 fue un juez famoso por sus delirios psicóticos que cuenta en su autobriografía: “Memorias de un neurópata” publicadas en 1903.


El caso del paranoico Schreber es una historia que supera cualquier ficción: es la historia de este jurista metafísico y loco que un buen día quiso acostarse con Dios y tener hijos, para ser madre de los hombres de una nación más feliz. Jung leyó el libro y, fascinado, lo dio a conocer a Freud. Éste, igualmente seducido por el texto, le dedicó un importante ensayo: Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente (1911).


 {mosimage}A partir de aquí, el relato del antiguo presidente de la corte de apelaciones de Dresde, quien describe su relación privilegiada y violenta con Dios, más los «hallazgos» sobre sí mismo y el universo entero a los que dicha situación lo condujo,  se volvió una de las referencias más frecuentadas del psicoanálisis y, por vía de sus intérpretes, una de las narraciones más influyentes de la cultura contemporánea.

 

Sometido a la tiranía de su padre –Daniel Gottlieb Moritz Schreber, antecesor de las pedagogías pop y defensor de la tortura para asegurar la represión y la obediencia, el doctor habría huido a un mundo ilusorio para no manifestar (porque le era imposible) un impulso homosexual. Desde 1893, abrumado por la idea «de que tenía que ser muy grato ser una mujer sometida al coito», Schreber habría transformado el derrumbe de su psique en causa, y no efecto, de la «feminización». Todo es culpa, escribe, de la singularidad absoluta (misteriosa, paranoica) de su propio cuerpo, que al enfermar de los nervios empieza a absorber, como una pila, todos los «rayos» divinos emanados del creador para engendrar y mantener el cosmos. Además de desquiciar la existencia y enfurecer a la deidad, la desviación de los «rayos» reduce el pene de Schreber, agranda sus pechos, le comunica una voluptuosidad invencible… El libro termina con el anuncio de que Schreber no morirá mientras su ser femenino no aparezca, pleno, libre de toda traza masculina.

 

Esta edición contiene, además fragmentos de las actas del proceso de incapacitación y los ensayos “Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia”, de Sigmund Freud y “El caso Schreber”, de Elias Canetti.

 

 

WILLIAM STYRON

 

 {mosimage}Novelista estadounidense (1925-2006) galardonado con el Premio Pulitzer por su novela Las confesiones de Nat Turner (1967). Nació en Newport News (Virginia), y estudió en la Universidad Duke. Se crió en el sur del país, y su lúcido tratamiento de los temas sureños sugiere la influencia de autores como William Faulkner. La primera novela de Styron, Tendidos en la oscuridad (1951), se ocupa de la desintegración de una familia sureña de clase media. Su obra maestra, Las confesiones de Nat Turner, es la crónica de una revuelta de esclavos negros que tuvo lugar en 1831. La obra, que suscitó una notable controversia, recibió el Premio Pulitzer en 1968. Styron escribió también La larga marcha (1953), una novela ambientada en un campo de entrenamiento militar; Esta casa en llamas (1960), un relato sobre la vida de los soldados estadounidenses en Italia tras la II Guerra Mundial, y La decisión de Sophie (1979), un gran éxito de ventas sobre el nacimiento de una amistad entre un joven escritor sureño y una polaca superviviente de Auschwitz.

 

 

{mosimage}Entre los años 1985 y 1986 padeció una crisis de depresión severa, cuando contaba sesenta años. Fruto de esta enfermedad es el libro Esa visible oscuridad (1990) donde narra su lucha personal contra su enfermedad mental. Este libro se inició en forma de una conferencia pronunciada en Baltimore, en mayo de 1989. Durante un simposio sobre desordenes afectivos patrocinado por el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins.

 

El libro, en poco más de cien páginas, consigue transmitirnos las difusas sensaciones que atenazan el ánimo depresivo, describe la mayoría de sufrimientos que se ven obligados a soportar minuto a minuto sin la esperanza de una mejoría o de un tratamiento que ponga fin a su dolor psíquico.

 

En los capítulos II y III analiza con lucidez las  vivencias de otros escritores como Camus o Romain Gary e incluso la ex esposa de este último, Jean Seberg, con una reflexión que media entre el ensayo filosófíco y el diario personal. Un libro maravilloso, a mi modo de ver, que demuestra que se puede ser consciente de la depresión como enfermedad, pensar con lucidez sobre ella y, lo más importante, salir de ella.

 

 

 

JOSEPH ROTH

 

{mosimage}Escritor nacido en 1894 en Volinia, en el imperio austrohúngaro (hoy Ucrania) de padres judios. Estudió en las Universidades de Lemberg y Viena y participó en la I Guerra Mundial, principalmente como periodista. Acabada la guerra viajó por toda Europa debido a su profesión. En 1932 publica La marcha Radetzky, su novela más aclamada, en la que describe a una familia en los años finales del imperio Austro-húngaro. El destierro a Francia en 1933 huyendo del nazismo y un alcoholismo cada vez más severo precipitan su muerte en 1939 de un colapso mientras hablaba con los amigos en su mesa habitual del Café Tournon, en París.

 

 

{mosimage}Recientemente se ha publicado Cartas (1911-1939), cartas que se pueden leer una tras otra, como si se tratara de la novela de su vida, la novela de uno de los más grandes narradores europeos del siglo pasado. Suplen en su intensidad e intimidad las memorias que nunca llegó a escribir, convirtiéndose así en el esbozo accidental de la biografía de un punzante panfletista, de un maestro de la prosa pequeña y de la mayor, de un filántropo resentido y de un humanista en lucha constante, así como un gran psicólogo y novelista de especial calidad.

 

Roth escribió miles de cartas durante sus incansables vagabundeos por la Europa de entreguerras. El editor de su epistolario, Hermann Kesten, calcula que fue autor de más de cinco mil cartas, de las que sólo han aparecido.Destaca la correspondencia con Stefan Zweig, no sólo por ser la más extensa, sino porque descubre una de las relaciones literarias y psicológicas más singulares y reveladoras entre dos escritores.


La primera carta la dirige un Roth adolescente a su prima Resia Gröbel en el verano de 1911 cuando el escritor aun no ha cumplido los 17 años y se sorprende por la falta de entusiasmo patriótico de su prima, (“No entiendo por qué temes tanto la guerra”).

 

Friederike Reichler, con la que se había casado en 1922, muestra los primeros síntomas de su esquizofrenia, mientras él despilfarra todo lo que gana en legendarias borracheras. El dinero de los libros no llega, tampoco el de las colaboraciones en los periódicos, al punto de que, el 14 de junio de 1927 le confiesa al filósofo Ludwig Marcuse que se encuentra “desesperado, enfermo y sin dinero”. Porque ésa es su obsesión, el dinero, por el que escribe, ruega, insulta o suplica a lo largo de cientos de cartas a amigos, editores, colegas, parientes… Mientras Hitler conquista Europa y el mundo se derrumba, Roth sigue bebiendo. Su última carta, a Blanche Gidon, vieja y generosa amiga, es del 11 de marzo de 1939 y habla, cómo no, de dinero: “Sólo yo tengo los derechos, no la editorial. Sin embargo, por desgracia tengo que pagarle el 25%”.


Sin embargo y según su editor, Roth Era un hombre nada apegado a las cosas materiales: ni siquiera tenía una cuenta corriente, no disponía de anaqueles con libros, ni de un escritorio. Viajaba y vivía con una o dos maletas yse alojaba casi siempre en hoteles

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GrupoUnetcom