LA HIJA DEL AMANTE

 

A.H. HOLMES

LA HIJA DEL AMANTE

 

 

 “Rehuir los temas escabrosos es una actitud irresponsable

 

 

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Anagrama, 2008

 

Esta es una historia biográfica: A.H. Homes es  una hija adoptada que, a los 31 años, y en pleno esplendor profesional y personal, es acosada por Ellen, su reaparecida madre biológica, una chiflada que desestabilizará las vulnerables certezas psicológicas y el precario orden emocional de la escritora. Homes cuenta,  de qué modo cambia su vida la aparición de esta madre biológica. Cómo, de repente, todas las dudas sobre su origen, que había logrado reprimir a base de distancia, silencio y disimulo, resucitan. Llega a tener contacto con su madre pero con rencor, la describe de forma despiadada.

 

 Cuando Ellen inesperadamente, muere, Homes emprende un viaje (sin retorno) hacia sus orígenes, tratando desesperadamente de que su padre, Norman, la reconozca a lo que él se niega o más bien da largas: sigue casado con su primera mujer y tiene hijos que no conocen de su hermana. El relato es intenso y duro aunque no me acaba de convencer esa tremenda necesidad de conocer no ya sus orígenes inmediatos, que ya los conoce, sino remontarse a siglos atrás e insistir en esa relación con el esquivo padre que la lleva incluso a plantearse el pleitear  con él para obtener el reconocimiento de su paternidad.

 

 

 

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A.H. Homes en los años 60

 

Amy M. Homes, A.M. Homes, nació en Washington en 1961. Estudió en el Sarah Lawrence Collage y en la Universidad de Iowa. En la actualidad da clases en la Universidad de Columba y en la de Nueva York.


Sus novelas han sido traducidas a 18 idiomas y entre los traducidos al castellano:   Este libro te salvará la vida, El fin de Alice, Cosas que debes saber y Música para Corazones incendiados.


El fin de Alice:


Chappy amaba a los niños, los amaba tanto -especialmente a Alice, una enigmática niña de doce años- y de maneras tan prohibidas, que desde hace veintitrés años está en la cárcel. Vive allí en un infierno de cuerpos maduros y homosexualidad, en una oscura jerarquía de dominación y sometimiento, hasta que un día comienza a recibir las cartas de una joven universitaria que ha vuelto a casa por vacaciones y planea seducir a un niño de doce años, fascinada ella también por la inmadurez, por la terrible y excitante inocencia de la fruta verde. ¿Y quién puede saber de esto más que Chappy? Al comienzo, el recluso y su corresponsal no muestran todas sus cartas, en un juego de fingimientos y medias verdades. Pero poco a poco, entre mentiras, trampas y trampantojos, irá surgiendo la atroz verdad del prisionero.



Este libro te salvará la vida (Anagrama 2007):


Richard Novak ha realizado algunos de los deseos claves de la contemporaneidad. Ha ganado mucho dinero y muy pronto, y se ha procurado un retiro en una espléndida mansión de California. No tiene más contactos con el mundo que la asistenta que limpia su casa, la nutricionista, la masajista y la entrenadora personal que le ayudan a realizar otro mito de nuestra época: la inmortalidad mediante el cuidado del cuerpo. Cada mañana, Richard compra y vende acciones mientras se mantiene en forma. Piensa muy poco en lo que ha dejado atrás: una mujer obsesionada por su carrera y un hijo. Un día aparecen en su universo dos grietas: un intenso dolor que le lleva al hospital y un misterioso agujero en el suelo. Dos fisuras por donde se colará la vida, violenta, desordenada, imprevisible.

 

 

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Cosas que debes saber (Anagrama, 2005):


{mosimage}En esta novela, la autora vuelve a su territorio favorito, el microcosmos de los barrios residenciales, el descubrimiento de lo siniestro en lo familiar. Así, nos encontramos en La lección china con un marido que utiliza un GPS para encontrar a su suegra. En Geórgica, una mujer que ha cancelado su boda espía los encuentros amorosos de los atléticos socorristas de las playas, y recoge los preservativos que han usado; El remedio muestra a una iracunda treintañera, resuelta a expulsar de casa de sus padres al budista que ellos han acogido, y que les proporciona una nueva felicidad. En Mantengan la calma, por favor, un hombre obsesionado por la idea de matarse tiene una esposa que considera sus intentos de suicidio como chistes de escaso gusto, y Los niños prodigio es la recreación de un anfetamínico mundo juvenil de sexo, humillación y revelaciones, donde se confunden fantasías y realidad.


 

Música para corazones incendiados (Anagrama, 2001):


Paul y Elaine son el modelo de la normalidad: matrimonio de clase media, de poco más de cuarenta años, dos hijos, una hermosa casa en un confortable barrio residencial, y una espesa, opaca y muda angustia que les devora el alma. Han llegado a ese instante de la vida y del matrimonio en que el amor y el deseo se convierten en aburrimiento y odio. Y un día le prenden fuego a su casa en el curso de una improvisada barbacoa en el jardín, y huyen a refugiarse a un motel con sus hijos. Cuando vuelven, descubren que no han provocado el liberador incendio que iba a arrasar su vivienda e iluminar su existencia hasta los cimientos, sino un incómodo, incompleto desastre que los obliga a refugiarse en casa de amigos hasta que el seguro pague los daños. Pero la caja de los truenos ha sido abierto, y Paul y Elaine, descubrirán que ya no hay vuelta atrás.

 

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Alejandro Gándara en su artículo “Los trastornos de A. M. HomesW señala que “…a Homes le agradan particularmente aquellas cosas de las que uno no hablaría en una cena de Nochebuena, lo cual conlleva un serio peligro de intencionalidad y de oportunismo (con un Bret Easton Ellis en la vida, ya tenemos bastante). Pero, a diferencia de Ellis, esta semidiscípula de Grace Paley ha sido comparada con Scott Fitzgerald y con Nabokov.

 

Aunque la mayor diferencia, quizá, es que da la impresión de que no quiere chocar ni empavorecer al lector, sino meterse adentro de los asuntos, saber algo más que el tópico, darle una faz reversible a la pulida realidad que se publicita.


Escribe al estilo de la última factoría estadounidense, minimal y tal: poca justificación de personaje, huida como alma que lleva el diablo de cualquier análisis de conciencia, búsqueda de la imagen luminiscente y sintética, descuadres del punto de vista (aunque no es Grace Paley, ni tampoco Lorrie Moore, ni va a serlo).


Sin embargo, la inquietud que siembra es mayor. Y también las dudas. A veces parece un Kafka dando conversación a Hannibal Lecter y otras una chica de provincias que busca un afterhours por Hell´s Kitchen. Algo así. Pero échenle un vistazo y digan ustedes.”.

 

 

 

http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=10819&num=879&sec=32

 

http://www.amhomesbooks.com/index.php?mode=objectlist&section_id=161

 

http://www.casadellibro.com/libros/homes-am/homes32a1m1

 

http://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/13/escorpion/1150191511.html

 

 

 

 

 

 

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